martes, 16 de octubre de 2007

ENGAÑO

La infame vacuidad
seduce a la belleza,
le ofrece espacio para sus sueños,
promete lugar abundante
donde dibujar sus movimientos.
La engatuza, diciéndole
que no hay límites.

Le muestra un infinito.
Desaparecen los horizontes,
ya no hay trancas,
caen las vallas,
se limpian las tinieblas
donde la luz nunca llegará.

¿A cambio de qué?
De nada, pues nada
necesita para existir.

¡Ardid!

Si nada se necesita,
es necesario despojar
de todo a la belleza,
pues,
belleza quiere ser
vacuidad.

No hay comentarios:

Quédate

Quédate que yo me iré, conserva tus secretos,  tus flores conserva tus clandestinos amores. Mantén viva la pasión clandestina de pocas h...