La infame vacuidad
seduce a la belleza,
le ofrece espacio para sus sueños,
promete lugar abundante
donde dibujar sus movimientos.
La engatuza, diciéndole
que no hay límites.
Le muestra un infinito.
Desaparecen los horizontes,
ya no hay trancas,
caen las vallas,
se limpian las tinieblas
donde la luz nunca llegará.
¿A cambio de qué?
De nada, pues nada
necesita para existir.
¡Ardid!
Si nada se necesita,
es necesario despojar
de todo a la belleza,
pues,
belleza quiere ser
vacuidad.
Bueno, ya era hora de escribir poesía, fue mucho tiempo de amor, tal vez demasiado, también mucho tiempo de sufrir, estoy seguro que demasiado, es el tiempo de expíar, es el tiempo de sanar, es el tiempo de escribir.
martes, 16 de octubre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Quédate
Quédate que yo me iré, conserva tus secretos, tus flores conserva tus clandestinos amores. Mantén viva la pasión clandestina de pocas h...
-
Bichito, bichito, subiendo, subiendo, la rama, la rama, contento, contento. Niñito, niñito, mirando, mirando, riendo, riendo, contento, cont...
-
Entonces en medio de la noche la voz me dice ¿Donde crees que está? Y es mi corazón quien responde con cándida inspiración, quisiera que est...
-
De aperitivo, tu fragancia, el sabor de tu piel en suaves tragos que me arden. Como entrada, tu boca, carnosa, dulce y viva. Exhalando el de...
No hay comentarios:
Publicar un comentario